jueves, 23 de octubre de 2014

Esfinges del amor



ESFINGES DEL AMOR






Sobre la superficie verde del agua como en un terreno de cultivo acuático, en donde los surcos son sustituidos por las ondulaciones producidas por la brisa, las parejas de libélulas plantan sus semillas de continuidad.
En una coreografía de impecable sincronización, como esfinges impertérritas e ingrávidas en su zigzagueante vuelo, las parejas permanecen fuertemente unidas; cada macho, de intenso color rojo, prende, con los garfios del extremo de su largo abdomen,  la  cabeza de la hembra, amarillo-verdoso y en frenética danza copulatoria , vuelan de aquí para allá, por toda la extensión de la charca dispersando su carga.
Mas tarde, abandonados a su suerte, los minúsculos huevos se precipitan al fondo del sustrato limoso en donde eclosionarán en forma de temibles larvas depredadoras, que una vez desarrolladas buscarán la libertad en forma de oxígeno.

Las libélulas
 de aquí para allá
ponen sus huevos



jueves, 16 de octubre de 2014

Entre candilejas.....



A contraluz, perfilada su esbelta figura por un hilo dorado producido por el sol incipiente, la Garceta caza entre las vegetación seca que sobresale del agua. Con su largo y temible arpón, que maneja con  delicada habilidad cirujana, pinza las larvas de libélula que se han encaramado a los tallos altos para completar su metamorfosis y, a los ejemplares que se han liberado ya de su cutícula opresora y secan sus alas, a contrarreloj, para escapar de lo sólido.
El agua, como si fuera un telón aún cerrado al espectáculo, empieza a producir candilejas inspiradas por el sol......





Una Garceta
cazando libélulas
destellos de luz