Me sorprenden los hallazgos fortuitos como éste: una carta
de una especie de tarot que alguien arrojó desde la ventanilla de un coche o que el viento arrastró hasta la
cuneta desde un lugar desconocido del tiempo.
Una carta abandonada y olvidada entre hojas secas del otoño,
papel higiénico usado, e incipientes
hojas verdes que brotan por la lluvia. Una auténtica metáfora inanimada que podemos relacionar subjetivamente
con nuestras vidas.
En un encuentro causal como este, podemos leer, entre líneas, mensajes sutiles traídos por el azar; según nuestro
estado de conciencia en el momento presente, podemos percibir y sentir estados
de ánimos diversos: un encuentro nostálgico con experiencias pasadas,
sentimientos de abandono y olvido, una señal mágica que puede marcar la línea
de un camino en la vida, o tal vez una enseñanza filosófica que te dice que aunque venga
el otoño y te sientas como “una basura” arrastrada por el viento sin nombre ni destino, siempre
aparecerán brotes de esperanza para una vida nueva…..
Y más cosas que un viejo trozo de cartón desdibujado por la
intemperie te puede transmitir…pero que es eso, solo eso: un trozo de cartón
olvidado en la cuneta de una carretera cualquiera….
Un poeta loco
olvidado en el arcén
de la carretera
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