martes, 20 de octubre de 2015

Liliputienses.....





 Fuera, en lo alto del bosque, luce un cielo azul brillante. El sol de las primeras horas de la mañana, cubre con una pátina dorada todo lo que encuentra en su camino hacia el cenit. Cuando entro en el pinar, esa sensación cambia de forma sutil, pero evidente; cruzo,  en apenas unos metros, la dorsal del Dragón Achinech y el frío de la ladera de umbría me envuelve.
Mis pasos, amortiguados por la pinocha mojada, apenas dejan eco por el camino. Me invade entonces, una sensación de soledad dulcemente aceptada, como  si me encontrara en otro mundo, si no fuera por unas voces humanas que me conectan con otra realidad.
Todo está mojado de la noche anterior; millones de gotas de agua – sin evaporarse aún- permanecen colgadas de las ramas de los brezos, de la acículas de los pinos y formando capas de rocío en las hojas emparejadas de la malfurada.
El suelo del bosque esta cubierto de pinocha, con una tonalidad rojiza producida por la humedad del ambiente….y de ahí, como por arte de magia, surgen – ladera arriba- miles de pequeñas setas color lechoso como si de una comunidad de casas liliputienses, se tratara…y mi mente se dispara ante la espectativa de descubrir a los pequeños gnomos que viven refugiados en los minúsculos tejados que forman las hongos….o tal vez visualizar, saliendo de la pinocha, a la little people …


Tierra mojada,
por entre la pinocha
asoman las setas.


domingo, 16 de agosto de 2015

RÉQUIEM...



Se respira un extraño olor en el ambiente. Los sauces llorones acompañan, con el  suave ondular de sus ramas, remarcando la ausencia de algarabía en la pajarera de la azotea de enfrente, el pinzón azul en ese momento parece que para, por respeto, su estridente canto ; en la mitad de la plaza del pueblo, engalanada de fiesta, un grupo de personas lleva un ataúd en sus hombros, en silencio, como la bandada de palomas que sobrevuela la plaza en ese momento; las campanas doblan a muerte, cuando el ataúd entra en la iglesia…..Me invade un sentimiento de paz y de descanso mientras cesa en mi, toda lucha por existir....



 


Sauces llorones,
con la plaza de fiesta
doblan las campanas.

miércoles, 5 de agosto de 2015

EL CÍRCULO DE LA VIDA.....



Dentro de un charco encontramos aquella maravilla de la causalidad dibujada en la superficie inmóvil del agua cubierta de polen, que utilizando este lienzo acuático, perpetúo los estertores últimos de una libélula que regresó a morir, al medio que la vio nacer…….principio y fin del circulo mágico y perecedero de la vida……





Dentro de un charco,
últimos estertores
de una libélula.

domingo, 2 de agosto de 2015

UN DIA MUY ESPECIAL.....




Fue un día muy especial - lo intuía desde que me desperté - flotaba en el ambiente un halo mágico, sutil e inesperado.
Horas más tarde una serie de fenómenos naturales inusuales me confirmaron que era así. A plena luz del día oigo, estupefacto, los reclamos lastimeros de un joven de búho chico llamando en solicitud de alimento; la primera vez que me ocurre en muchísimos años de campo. Cierro los ojos y dirigido por el sonido localizo la zona posible del dormidero, y lo descubro como una rama más del pino…..una verdadera iluminación cuando nuestros ojos se encontraron y ambos disimulábamos la realidad del encuentro; él con los ojos cerrados para no decantarse con sus ojos amarillos y yo observándolo al “rabillo del ojo” y medio cejado. En ese instante mágico desapareció la tierra de mis pies y el tiempo de mi reloj de bolsillo……..





Luz de la mañana,
en las ramos de un pino
¿quien me observa?.


domingo, 26 de julio de 2015

DENTRO DE UN CIRCULO.




Busco el sol y sobre todo su calor. Salgo de un bosque mixto y de la base de un risco, húmedo y frío, para estar “al calentito”. Me encuentro –sin proponérmelo- un claro del bosque con un suelo de pinocha bien mullido y me tiendo reconfortado sobre una manta ( para aislarme de las acículas punzantes de los pinos) coloco la cabeza en mi mochila -que utilizo como almohada- y disfruto del paisaje. 
Me rodean pinos canarios, brezos, vinátigos, jaras y afollaos en un maravilloso circulo aéreo de verde y silencio. Leo, sesteo, escribo, y -entre página y página- disfruto de la ingrávida bruma que pone una nota de misterio a mi soledad. 

Después de la vista, mi  sentido preferido es el oído con el que detecto a muchas criaturas invisibles, que medran escondidas entre el follaje. El canto de los pájaros, las moscas, las abejas, la fuente cantarina y secreta. Al centro del circulo y ocultos por la bruma, me llegan los reclamos de los pinzones, el “maullido” de la aguililla, los herrerillos en grupos familiares, las llamadas de los jóvenes de gavilán, que esperan solícitos el aporte de comida por parte de sus progenitores, el canto liquido del petirrojo……. Inmerso en un todo mágico que consuela mi alma, me convierto en un druida de largas barbas blancas…..




Entre la niebla,
las palomas cruzan
un claro del bosque.

miércoles, 29 de abril de 2015

UN PINZÓN ENJAULADO....







Dejo mi anterior centro de trabajo; era cómodo, hecho a mi mano y a la medida, construido con el sabor de la costumbre…..  para instalarme en un espacio más céntrico –para llegar más a la gente, me dijeron- una gran sala aséptica y perfecta, con un mobiliario homogéneo y gris; armarios blindados, desnudas paredes de pladur, ordenadores impersonales…..estreno un espacio  con olor a nuevo y sin alma …..así que, para enmendar tanta perfección:  y una vez instalado, dejo las puertas de los armarios de las sala abiertas, de par en par, para que el olor a viejo de los viejos libros se impregne en el ambiente. En días sucesivos habilito un rincón, bien estratégico, para la máquina del café y que su aroma mañanero enturbie tanta superficie blanca; incluso, para integrarme con el nuevo hábitat antrópico, sincronizo mi reloj de bolsillo con el reloj de la torre de la iglesia, que siempre va con un retraso de tres minutos y medio…….
En días sucesivos, y poco a poco, abro ventanas y contraventanas  para ir reconociendo los sonidos urbanos …. conversaciones multiétnicas, la sirena del colegio, el paso regular de las guaguas, los ladrido de los perros, el ambiente de los bares….  Pero, de sopetón y sin esperármelo, mi oído acostumbrado a la escucha en plena naturaleza, detecta un potente trino, agudo y casi estridente, que sobresale de una armoniosa algarabía de trinos virtuosos y líquidos,  y que me lleva en volandas a nuestros pinares resecos del sur, al olor a la pinocha, al codeso y el escobón, a los barrancos de basalto, a las fuentes perdidas……… es el canto de un Pinzón Azul…. prisionero, en una gran pajarera en un edificio contíguo…..




martes, 10 de marzo de 2015

Sutiles espacios de lo sagrado….



La luna llena llega a su apogeo y poco a poco entra en el ataúd de la noche oscura para transformarse en luna nueva, y volver aparecer en el cielo, con sus cenizas de plata, en un ciclo sin fin. Ese cambio, capaz de mover mareas, pasa desapercibido para la gran mayoría de los seres humanos que viven de espaldas a los sagrados ciclos de la naturaleza -las “orejaras” no nos dejan mirar o otra cosa que no sea las ”luces de neón”- ; pero de vez en cuando, sin saber porque,  conectamos con hechos y circunstancias -dependiendo de nuestros estados de conciencia- que nos llevan a vacíos sutiles sin espacio ni tiempo , a resquicios por donde entramos, por milésimas de segundo, para degustar el elixir de lo sagrado.
La puerta abatible por donde entramos a veces también, tiene dos hojas que se llaman: aquí y ahora , pero que se quedan en meras palabras si no estamos con el cuerpo y el alma en sintonía. Entramos por las ventanas sensoriales …la mirada, los olores, el sonido….el vuelo silencioso y níveo de la coruja…..el olor embriagador del galán de noche…los cantos de los mirlos al amanecer…..sutiles espacios de lo sagrado….






amanece
mientras me ato las botas
cantos de mirlo




sábado, 31 de enero de 2015

LA LUZ DEL MEMBRILLERO




Camino rodeado de silencio en lo profundo del monte, por un lugar que fue habitado hace muchos años y que aún hoy se ven las “huellas” del estar humano.
La transformación del espacio en su día fue profunda; porque aún la vegetación, la lluvia, el viento; incluso el fuego provocado, no han sido capaces de borrar los vestigios de su paso: huertas en terrazas ocultas por las jaras, paredes semiderruidas por la humedad y las zarzas, tejados caídos por la intemperie y el fuego, atargeas ocultas en la pinocha, estanques sin agua, lavaderos sin manos femeninas, era quebrantada por los pinos, frutales vencidos por la maleza…..
La tarde se hace plomiza color bruma y un pesar incierto casi puede conmigo. El sol se deshace de la últimas nubes  de la tarde y en su irremediable bajada al horizonte, libera sus rayos , dándole luz y calidez al todo. …¡¡¡Y lo veo!!!, como un faro en la costa que llama poderosamente la atención de este naufrago perdido en el mar de sus pensamientos; un arbusto grande, aislado, solitario, de hojas amarillentas y sin embargo en floración, como una especie de milagro en el mes de diciembre. Es un membrillero loco, con su propio código de superviviencia, después de que la mano humana lo olvidara;  sus arrugas me dicen que aprendió a vivir en solitario, confundiendo las estaciones del año, ofreciendo sus flores y sus frutos al mismo tiempo, dispersando su perfume en la noche , aprendiendo el idioma del viento y de los pájaros.











El membrillero
solo y agostado
aún florece.



viernes, 23 de enero de 2015

ALMENDROS EN FLOR








A primeras horas de la mañana, un frío gélido, unido a una brisa, que a medida que avanzo se convierte en  viento, me llevan aterido hasta el alma. El sereno impone su pátina húmeda a las piedras de volcán y hace que reluzca el camino; ambos compinchados con el sol de frente, me producen la ensoñación de ir como por una pasarela de plata.
Avanzo a la carrera para sentir las piernas, las manos apenas se coordinan…. poco a poco, voy entrando en calor; dejo de luchar y me apoyo en la lanza que utilizo como  remo en un mar níveo de almendreros agitados por el viento.  Avanzo en la hora mágica en donde todo son siluetas sin volumen, ni forma; solo líneas recortadas contra el cielo blanco del amanecer. Más tarde vendrá el dorado y el azul…… pero por el momento, estoy en un espacio sin tiempo, y disfruto dejándome llevar por la nada salpicada de pétalos dispersos en el aire.  



El viento sopla
dispersando pétalos
de almendrero.