domingo, 17 de agosto de 2014

Presencias



...A veces, de manera inesperada, un sonido, un olor, una circunstancia acercan a nuestra mente, la presencia de un ser querido que ya no está...incluso un sabor. Ahora, aqui, en este preciso momento de las cinco  de la madrugada, sin sueño y refugiado en la cocina, un olor...el olor a café me trae a mi madre, en una presencia tan clarividente y más cercana que lo que están-en este instante- otros seres que he querido y quiero.
Este olor a café me sirve como vehículo para viajar al pasado, a mi niñez y juventud...y me veo en el patio entre los pelterres de geranios de mi madre.... veo a Tobi -nuestro perro negro y silencioso- haciendo agujeros y revolcandose en la tierra ... a mi madre maldiciendo "la dichosa manía de ese perro" .....también veo el aroma de ese líquido negro y ritual de la madrugada escapandose por la puerta entreabierta del patio y a mi madre en su lugar preferido de la cocina-cerquita de su cafetera de colar- sonriéndome.....


Un perro negro
durmiendo en los geranios
olor a café

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